sábado, 26 de diciembre de 2009

Demasiado tarde, ¿para quién?

Ahora es demasiado tarde.

Después de 10 meses, después de 4 años, después de una vida me dices que no sigues, que ya no aguantas más, que no lo quieres volver a intentar, que para tí ya no hay solución, que todo acabó.

Y mientras tanto me dices que me quieres, que no me has olvidado, que ni dos meses ni un año sin mi te quitan lo que un día conmigo te da. Sin embargo no crees poder ser mi amigo. Dime, entonces: ¿Qué es lo que quieres ser?

Yo lo tengo claro, no como siempre. ¿Como nunca? tal vez. Quiero la felicidad, esa que tú me dabas y esa que eras capaz de borrar. Quiero conseguirlo, sé que podré. Porque yo, al menos lo intentaré.

Y si al primer intento caigo, un segundo volveré. Y si el tercero también es fallido, un cuarto insistiré, y por muchas veces que todo salga mal, nunca desistiré. Porque prefiero perecer en el intento, que vivir siempre a tus pies.

Que no se te olvide, yo jamás te olvidaré.